El ataque de los Colmillos Negros
por El Ra; ilustraciones de Casandra
Había una vez unos roedores llamados Quokka que eran los animales más felices del mundo. Un día, aparecieron unos roedores malvados llamados colmillos negros que arrasaban todo por su camino. Después de mucha destrucción, los colmillos negros encontraron la zona de los Quokkas. Cuando entraron en su ciudad, todos aquellos pequeños roedores felices se escondieron. Aunque al principio se asustaron mucho, poco tiempo tardaron en reunirse para hablar de como destruir a los Colmillos Negros.
Los malvados llevaban un día quemando sus casas. Los Quokkas pensaron en cómo eliminar a estos seres del inframundo; les fue fácil pensar en las trampas y, al salir, vieron la ciudad quemada y por primera vez estuvieron llorando porque toda su ciudad había sido arrasada, pero no se detuvieron. Llevaron a cabo sus planes.
Los colmillos negros cayeron poco a poco; unos murieron al caer en un agujero; otros enredados con abejas blindadas. Las trampas fueron cientos.
Cuando los colmillos negros vieron como sus compañeros habían ido cayendo, algunos se fueron. Los Quokkas, después de que los colmillos se hubieran ido, rehicieron su ciudad. Ese día, los buenos roedores crearon una muralla con pequeños roedores francotiradores y nadie volvió a pasar por la zona.
Nota: Casandra es la integrante más joven del Taller, con tan solo 8 años.
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