Misión III: ¡el rey va desnudo!
- Nota: en esta página de misión se encuentra la parte narrativa del evento (que debe leer el Narrador) y, por otra, algunas posibilidades y tiradas que el Narrador puede tener en cuenta. Recuerda las reglas y el glosario. Continuación de la Misión II.
- Objetivo extra-juego: Que vayan adquiriendo equipos, para complicar el juego; obviamos también, de esta manera, .
- Duración: 30-60 minutos.
Narración:
«No hay nada como el hogar», afirmaba una voz opaca tras los altavoces en que la música de la ¿tienda? sonaba a todo trapo, impidiendo cualquier tipo de pensamiento consciente y claro. En el grupo, por lo visto, algunos se encontraban a gusto con el ensordecedor ruido. El lugar, como toda esa sala VIP, no dejaba de brillar con intensidad. Los maniquíes llevaban los mejores ropajes de este lado de la Galaxia y parte del otro, los precios demostraban que estaban en las estrellas, otra explicación no cabía.
El grupo estaba dentro, dispuesto a hacerse con ropas, alguna, algunas, que les sirvieran para superar esas diez pruebas de doce partes en tres actos, mencionadas por el nada elemental Lienzulueg… fuera lo que fuera que eso significara.
Una hora tenían para salir vestidos, había murmurado el vampiro… ¿significaba que iban desnudos? Bueno, alguno sí; otros simplemente no llevaban el atuendo indicado para cualquier tipo de misión distinta a hurgarse juguetonamente la nariz en busca de petróleo.
Todos los integrantes se apresuraron a la sección «Ropas Smart-Cuasimodificables adaptada para Pruebas desconocidas», donde sabían que podrían acabar con un buen botín. Y tal algo para vestir más allá de los pies.
Elemento no narrativo:
Se deja sobre la mesa una serie de fichas con las ropas (en A6, dos fichas por página; para recortarlas… se supone que llevarían dibujos, pero al final no fue posible por falta de tiempo; si podemos, actualizaremos la misma con las pertinentes ilustraciones), con la siguiente indicación: se las tienen que repartir, dos no pueden acabar con la misma, hay una de cada.
Narración:
Tras negociar entre sí, cuales bancos centrales con fondos monetarios intergalácticos y fondos buitres –casi una redundancia–, el grupo se dispone a salir… ¿sin pagar? Esto… ¿cómo va? Se fijan que los carteles solo aceptan tarjetas de alumina transparente sin límite de crédito. En el mejor de los casos, el miembro más milloneti del grupo dispone, como mucho, de lo que lleva puesto sin deberle nada a nadie; algo que no pueden afirmar el resto de compañeros y compañeras.
Deciden realizar el típico y universalmente conocido «sin’pa» y, silbando, intentan salir por la puerta principal. El sistema de seguridad, basado en una serie de narices que huelen las trampas, comienza a tirarse pedorretas avisando a todo el mundo presente y ausente –las tiendas de este tipo retransmiten por la Galatinet todo el tiempo; es la forma en que la gente hiperchic no tiene que «piar» que está en una de esos locales, la gente les puede ver y morirse de envidia– de que ahí se encuentran unos pobretones –ladrones para ellos no es una falta, por evidentes motivos–. De tres puntos distintos se abalanzan contra ellos tres guardias, un mitológico, un elemental y un artificial –jeje, como en los chistes–.
Uno de ellos es ni más ni menos que el conocido como Minoto, Jefe de Seguridad Ala Sur Tienda 24g3, azote olorífico de todo el que se tercie. Va equipado con una Burbuja Azul y un Cañón de Gaspotense 321XL, ni más ni menos. A toda velocidad, como si tuviera una rueda pegada en el trasero –que, casi, casi, la tiene–, viene el guardia más empático de este cuadrante, GAIG r2d6, Guachimán de Tercer Rango Azul, con la misma protección energética y, como armas, dos plumas. Con la maestría de quien carece de ella por completo, además, se apresura el poco agraciado Bocuzul el Frío, Novato de la Semana entre los guardias. Este viene equipado, además de con la burbuja azul de marras, con la lengüeta retráctil de ferrofluido baboso, llamada Doradoquevedocervantina o, simplemente, lengua-sapo. Ya están a menos de diez metros…
El intrépido grupo deberá probar sus habilidades en esta nada igualada lucha. ¿Serán capaces de hacer frente al reto de salir con los ropajes.
Elemento no narrativo:
Se enseña a los pobres jugadores las fichas (pronto) de los tres guardias.
Posibilidades y recuerdo:
En este caso, lo primero que se debe hacer es ordenar los turnos (el narrador tiene tres personajes, pero cada uno tendrá su propio turno), la iniciativa, para recordarlo, se tira una vez, usando CA+1d100, los empates los gana quien tenga la CA más alta; si persiste el empate, se mira la Constancia, si aún se mantiene, la Agilidad y si, a las bravas, continúa el empate, se tira 1d4 hasta que uno tenga número más alto que el otro.
Recuerda que ninguno del grupo tiene la ropa puesta. Pueden intentar que unos protejan a otros mientras estos se ponen la ropa para luego entrar en acción; no pueden salir airosos usando ninguna técnica de control mental ni nada parecido, deben combatir; pueden huir usando teletransporte, pero dejarían varados a otros del grupo.
Al no disponer de «armas», todos los ataques del grupo deben ser cuerpo a cuerpo; si tienen la habilidad de lucha cuerpo a cuerpo, la PA puede ser Fue+CaC o Agi+CaC; si no la tienen, directamente Fuerza.
En este combate, como mucho, deberían poder derribar a Bocuzul el Frío. Espera unas dos o tres vueltas, según el tamaño del grupo, para lo siguiente. Si por un casual han conseguido derribarlos, haz que aparezcan cientos de robots más y que les den para el pelo, mientras el minotauro se recupera.
Narración:
Antes del golpe de gracia final, suena ligeramente una alarma de reloj. Minoto, el Jefe de Seguridad Ala Sur Tienda 24g3, se detiene en seco, mira hacia el Guachimán de Tercer Rango Azul, GAIG r2d6, que consulta el reloj de su brazo mecánico.
–Oh, grandiosidad peluda de islas laberínticas, Señor de los pabilos para No perderse, temo informarle que nuestro turno ha terminado –dice, casi deprimido, el empático robot.
–Turno es turno, y estos no pagan extras, larguémonos –ordena de forma seca el mastodóntico rival de rivales.
[Según si han vencido o no al cubito, el robot debe recogerlo y marcharse.]
El grupo, atónito pero [casi] entero, decide que es mejor no decir «esta boca es mía» y se marchan, tan tranquilos, de la tienda. Saludan, al salir, al colega vampiro que les dejó pasar, el cual saliva al ver los restos de sangre…
Misión cumplida.
Premio: 10 ptos de experiencia para todos; 5ptos de exp. extra para quien se cargue al elemental. Sobre los puntos para habilidades, hoy no hay, que se están llevando ropa.
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