por Abir Belaiter

Érase una vez dos hermanos, Jesús era el mayor y Daniel el pequeño. Los chicos se comportaban tan mal que cuando empezaron la ESO, su madre decidió enviarles a un internado, para aprender a comportarse como se debe, pero nada más llegar a la academia se encontraron con un grupo de chicos un poco más traviesos que ellos en la misma habitación. Un día se les ocurrió salir en barca de noche por el lago. Para ellos eso era divertido, pero no resultó como ellos esperaban…

De repente, el motor de la barca se paró, empezaron a salir cuerpos del agua, los chicos se asustaron un montón y los cuerpos empezaron a decir todos a la vez «tenéis que portaros bien o si no os pasará como a todos los chicos traviesos» y desaparecieron y entonces, el motor de la barca se puso en marcha, salieron corriendo del lago y se fueron aterrados a la habitación.

Todo esto fue un montaje de las madres de los chicos y el director de la academia.

Ahora los chicos se comportan muy bien y ya no hacen más travesuras.

Fin

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1 pensamiento sobre “Academia de fantasmas

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