por Segundo Clon

Julita Ballena nunca fue sirena, a ningún iluso jamás le cantó;
Sus horas de arena, en bares de pena, ballena varada en cirros de alcohol;
Julita Ballena nunca hizo dieta, y todas sus citas le dieron… planctón.

Pero se acabó. Pero se acabó. Pero se acabó. Pero se acabó.
Pero se acabó. Pero se acabó. Pero se acabó. Pero se acabó.
Julita Ballena de risas va llena, va llena de orgullo y de satisfacción.
Julita Ballena encontró su senda, entrando a un programa de televisión.

La pintan, la peinan, la visten, la arreglan, la cortan, la operan, y todo empezó.
La exponen, la ordenan, la gritan, la sientan, la insultan, la inventan, y todo empezó.
Y todo empezó, y todo empezó, y todo empezó, y todo empezó.

Julita sirena sale ahora de tiendas comprando narices o liposucción.
Julita sirena de risas va llena, va llena de orgullo y de satisfacción.
Y ahora además canta, cantos de sirena que llevan a Julia a su inmolación:
Sus horas de arena en bares de pena, sirena varada en cirros de alcohol.

Y todo acabó. Y todo acabó. Y todo acabó. Y todo acabó.

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1 pensamiento sobre “Julita Ballena

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