por VA

Me versas, me enreversas, me tergiversas. O lo que es lo mismo, me escribes, me enredas, me trastocas. Y como resultado me desvelas para escribirte poesía.

Me desmenuzas, me retuerces, me envuelves, pasas tu lengua por mis bordes, me lías y me prendes.
Me fumas. Me aspiras, me respiras y suspiras. Me encierras en tu boca, me liberas. Me consumes, me miras, me calas, me mimas. Me mueves entre tus dedos, me acaricias, me acercas a tu boca. De nuevo me aspiras, me respiras y suspiras… Y al llegar a las letras me tiras. Me pisas. Me apagas. Pero no te das cuenta de que las consecuencias de un cigarro se quedan dentro. Y como buen vicio, me vuelves a prender. Y me vuelves a fumar.

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