En el primer día de la quinta versión del taller, realizamos un cuento en abanico, sin ver lo que el anterior escribía y solo comentando la última palabra, este fue el resultado del ejercicio (separamos la historia en puntos para que se distingan las distintas aportaciones; solo hemos corregido la ortografía):

  • ¡Ring, ring! I’m using whatsapp. Perdón, quería decir, érase una vez
  • una vez allí estaba Nico muy contento por el espíritu de la Navidad
  • ya se acercaba, los niños estaban ansiosos por abrir los regalos del árbol
  • mi amiga y yo nos contamos cotilleos
  • del colegio, una chica muy peculiar empezó a gritar su vida
  • cuando tienes amigos en tu vida a veces hay que sufrir por la amistad
  • que corría peligro por los recientes acontecimientos inesperados que no favorecían
  • Pero, a pesar de todo, la niebla cubría la ciudad con su humedad gris.
  • Sin embargo, se despertó con mucho dolor de cabeza…

 

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