por Valle

He pasado mucho tiempo caminando bajo el cielo,
entre rosas y claveles que han brotado de tu pecho,
recordando esos momentos que me hieren alma y cuerpo,
intentando olvidarlos en la inmensidad del tiempo.

El recuerdo de tus labios susurrándome un
¡TE QUIERO!,
las caricias de tus manos por las noches en invierno
recorriendo las entrañas más remotas de mi cuerpo
con la suavidad del viento elevándome hasta el cielo.

El sonido de tu risa, bajo el agua de la lluvia;
el sonido de tus pasos entre dunas del desierto;
el recuerdo de tus ojos que han cegado mis anhelos,
ocupando solo tú el total de mis recuerdos.

Sé que todo se acabó, sé que el tiempo no perdona
y que todos terminamos entre lágrimas y rosas,
pero siento que aún me llamas, que me dices ¿por qué lloras?,
que me guarde este llanto, que busque el amor en otra.

Yo quiero olvidarte, aunque intentarlo duele más,
pues tú eres mi tesoro que guarda mi corazón,
el motivo que me ayuda a seguir un poco más,
el refugio de mi fuerza cuando tiembla en soledad.

Cuántas noches caminando deseando terminar
el camino que me lleva a las puertas de este cielo,
quedándome esperando junto a rosas frente al mar
mientras lloro mis palabras frente al lecho de tu sueño,

imaginando que tú vuelves por fin a este corazón,
diciendo «ven mi vida, tuyo es todo mi amor,
ven conmigo, cielo, caminemos de la mano
con la luz de las estrellas y el sonido de mi canto».

Pero siento que tú estás separada de este tiempo,
tus caricias y tu amor pertenecen al recuerdo,
solo puedo despertar entre llantos de este sueño,
intentando olvidar, ocultar mis sentimientos.

Mis palabras para ti, antes de que tú te fueras,
que quedaron en mis labios silenciadas por mi pena…
Cuantas cosas que decir y que tú nunca escuchaste
pues el tiempo te llevó, más allá de todo alcance.

He buscado mil excusas para poder olvidarte
pero pierdo el valor de seguir hacia adelante,
ya no puedo con mi alma, cada día pesa más,
está empapada de recuerdos, de dolor y soledad.

Parece que fuera ayer cuando el tiempo se paró
y me miraste de reojo y estalló mi corazón.
Desde entonces fuiste tú toda guía de mis pasos,
por el día mis caricias, por las noches mi descanso.

Ya no sé qué puedo hacer si yo no puedo olvidarte
ni sacarte de mi vida o vivir mi mundo aparte,
te recuerdo por el día bajo un cielo iluminado,
te recuerdo por la noche escribiendo este llanto.

Yo no encuentro la razón de querer besar a otra
cuando siento que mis labios ya no buscan otra boca,
solo encuentro una salida, solo quiero tus abrazos,
encontrarme entre tus brazos y decirte que te amo.

Ahora todo comenzó, este fuego se apagó,
una vida sin sentido entre flores terminó.
He encontrado mi salida, que termina esta historia…
Es dormir y recordar, entre lágrimas y rosas.

Ya no siento más dolor, finalmente terminó
mi camino solitario alejado de tu amor.
Esa vida sin sentido que rompió mi corazón
queda lejos del recuerdo y de toda razón.

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1 pensamiento sobre “Entre lágrimas y rosas

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