por Jairo González

Una mañana del mes de agosto, Bepe se levantó para ir a trabajar. Era fontanero autónomo, «Bepe Fontainer».

Fue a casa de Doña Matilde a terminar de ponerle las cañerías. Tenía que retirar las de su casa y las de la comunidad y poner unas más modernas. Empezó por las de la comunidad, ya que el agua bajaría por ahí. Cuando empezó a retirarlas, vio un enorme tapón obstruyéndolas. Cuando lo retiró, se percató de que era el gato de la vecina de Matilda. El agua no paraba de salir. De un momento a otro, se echó a reír. ¿Reírse?¿En serio? ¿En un momento así?

Nota: este microrrelato viene de uno de los ejercicios-juegos del taller, en la revista anterior se publicaron unos cuantos más con ese mismo final.

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