por Saic

portada NeCHacía un día muy caluroso en un colegio de Pastagui. En la puerta solo estaba Malvi, que era alto, un poco fuerte, rubio con el pelo rizado y muy amigable. Estaba solo sin nadie en el colegio. Las puertas estaban abiertas pero no había nadie. Lo único que había era polvo. A lo lejos, divisó una figura que parecía un señor vestido de electricista. Cuando se acercó, vio que había un robot con una alargadera sujeta al tobillo. Malvi observó que tenía un botón en el pecho que ponía: «Apretar para encender». El joven lo apretó durante dos o tres segundos, pero el motor no arrancaba, lo probó de nuevo con el mismo resultado, hasta que le pegó una patada en la espinilla y arrancó. Cuando el robot arrancó, empezó a gritar: «¡No corras, que te mataré igualmente!». En cuanto Malvi escuchó esas palabras, no se lo pensó y echó a correr. El robot, al ver eso, también echó a correr detrás de él. El chico pensó que lo había despistado, cuando de repente se encontró con un señor más viejo que el robot, que le preguntó que adónde se dirigía tan velozmente. El chaval le contó toda la historia y el señor, llamado Tanes, le comunicó que se uniría a él. Tanes se conocía el colegio entero y le guiaría hasta librarse del robot. Cuando Malvi se dirigía a la puerta, esta se cerró de repente y el joven se quedó paralizado de la impresión. Tanes le comunicó que se tendría que quedar toda la noche en el colegio. Empezó a anochecer y Malvi, aunque casi no conocía el colegio, se marchó a investigar. Se metió en un aula que era muy rara; tenía cables por todas partes, enchufes cada centímetro y muchas piezas mecánicas a la vista. Se abrió la puerta de un armario y el robot que antes le quería matar se deslizó por una rampa. Malvi echó a correr con el robot pegado a sus talones. El joven fue inmediatamente a buscar a Tanes. Cuando le encontró, le comunicó lo sucedido y el anciano rápidamente se dirigió a buscar al robot; le dijo a Malvi que tenía que hacer una cosa para vencerlo:

–«Tienes que hacer lo mismo que hiciste para encenderlo».

Malvi le respondió que era imposible porque le había arrancado dándole una patada en la espinilla. Tanes le reveló que había otra manera de desactivarlo: tenía que coger un cubo de «Rubick», desarmarlo todo lo que pudiese y dárselo para que lo intentase reconstruir. El chaval se dirigió a la biblioteca a por el cubo. Cuando lo consiguió, se encaminó a por el robot. Se percató de un pequeño rastro de aceite. Se puso a seguirlo y le llevó hasta unas escaleras convertidas en rampa, a la que habían añadido unos raíles. Tiró de una palanca y transformó la rampa en escaleras; vio al robot, se acercó a él y le dio el cubo, retándole a que lo completara en un tiempo límite de ocho horas. El robot tenía una pantalla en la que ponía: «Si no lo consigo, te dejaré huir». Inmediatamente comenzó a hacer el cubo.

Habían pasado ocho horas desde que empezó a hacerlo. Malvi y Tanes se acercaron donde estaba el robot y descubrieron que lo único que quedaba eran piezas sueltas; el robot se había destruido él solito. Cuando se acercaron a la puerta, descubrieron que estaba abierta, salieron afuera y cada uno se fue a su propia casa.

Fichas de los personajes
Personaje1Nombre: Malvi
Rol: protagonista
Edad: 12
Especie: homo sapiens
Apariencia: 1,85m, pelo rubio y rizado y un poco fuerte.

 

Personaje2Nombre: Tanes
Rol: ayudante (guía)
Edad: 78
Especie: homo sapiens
Apariencia: 1,55m, pelo blanco y liso, muy delgado.

 

RobotitoNombre: Robotito
Rol: antagonista
Edad: en la chapa ponía «de 1923»
Especie: robótica
Apariencia: 1,32m, chapa gris y muy lisa.

 

Nota: Como material extra, pueden ver los dibujos a colores, solo para la web, siguiendo ESTE enlace.

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2 pensamientos sobre “Noche en el colegio

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