por Sona

En una ciudad normal de un país normal de un continente normal de un mundo normal, vivía un hombre de lo más… normal. Todas las mañanas hacía lo mismo, se levantaba, se duchaba, desayunaba y se iba a trabajar. Luego, volvía del trabajo y comía viendo la tele, lo único diferente en sus días era la comida, que no comía siempre lo mismo. Después de acabar de ver la tele, se ponía a escuchar música, siempre las mismas canciones, y, al terminar, se iba a dormir, de ese modo acababa su día. A la mañana siguiente, hacía exactamente lo mismo y así durante años.

Hasta que, un día, pasó algo que ya no era tan normal; el hombre se convirtió en niño, como si nada. Ya no era un hombre normal, ahora era un niño no tan normal. El niño se sorprendió. Pero eso no hizo que siguiera su vida, aunque, como era un niño, se levantó tarde y no se pudo duchar; no podía cocinar, así que no desayunó; no podía trabajar, así que le despidieron; no podía preparar la comida y no pudo comer. Sin embargo, se puso a ver la tele y a escuchar música. Aunque no se duchó, no desayunó, no trabajó y no comió, el niño sonreía porque había cambiado su vida normal y se había convertido en algo no tan normal y eso le hizo feliz.

A la mañana siguiente, volvió a ser un hombre, pero esta vez un hombre no tan normal; volvió a trabajar pero dejó de hacer siempre lo mismo. A veces salía al parque, hizo amigos, comía fuera, conoció a una chica, cenaba fuera solo o con ella, se casó, tuvo hijos y dejó de vivir una vida normal por una no tan normal. Nadie sabe cómo o por qué se había convertido en un niño, pero, según el hombre, fue lo mejor que le había pasado y desde entonces es mucho más feliz.

Puede volver al índice de Lee Los Lunes nº 3 dando clic acá.

2 pensamientos sobre “Algo normal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.